Guggenheim Gernika Museoa: mal comienzo

/ Javier González de Durana /

En plena campaña electoral se ha dado a conocer la primera acción que acometerá el proceso de constituir una extensión del museo bilbaíno en Gernika y Murueta. Se trata de la demolición completa de las instalaciones industriales de la fábrica Dalia, localizadas en la villa foral. Hace unos meses reflexionábamos aquí que, frente a los numerosos puntos de vista expuestos por agentes mediambientalistas, temerosos de que esta iniciativa museística suponga un grave perjuicio para la Reserva de la Biosfera debido al abundante flujo de visitantes que aportaría a la zona, ese proyecto podría ser exactamente lo contrario de lo que se teme, esto es, que si se realiza con rigor y vigilancia severa y continuada, no sólo no tendría por qué ser causante de ningún mal, sino que, bien al contrario, podría aportar la solución para los muchos incumplimientos actuales y el remedio para muchos de los daños anteriormente causados a ese entorno natural. Rigor y vigilancia severa y continuada.

En aquella reflexión imaginábamos que los pabellones de Dalia no resultarían todos útiles para lo que se desee llevar a cabo en ese lugar y que, por tanto, alguno de ellos, sobre todo los más recientes, acabarían demolidos y que, bueno, tal perdida no tendría que extrañar ni ser motivo de lamento. Al contrario de lo que sucede con el edificio más antiguo, levantado a finales de los años 50, que no sólo es una pieza notable de arquitectura diseñada por un arquitecto relevante en su época, Luis María Gana, sino que, además, podría perfectamente adaptarse a las necesidades museísticas, fueran éstas administrativas o expositivas. Por tanto, mal comienzo.

Esta clase de edificios se conservan desde hace años en toda Europa, sobre todo cuando se reconvierten para cumplir funciones culturales. Su conservación implica una actitud de respeto hacia la historia del lugar y su cultura industrial, al adecuar lo existente a las nuevas necesidades, evitando derribos, gastos, consumo energético y aumento de la huella de carbono. Resulta chocante que en una zona donde se supone que cada ladrillo que se mueve está controlado, se de plácet a un derribo masivo para realizar una nueva construcción. ¿No resulta contradictorio con las argumentaciones ecológicas que aduce el museo para instalarse ahí? ¿se cumple con lo previsto por el Fondo de Carbono para una Economía Sostenible (FES-CO2) (FCPJ), creado mediante el artículo 91 de la Ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible? Este instrumento de financiación climática, se concibe con el objetivo de generar actividad económica baja en carbono y resilente al clima, contribuir al cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero asumidos por España y fomentar el desarrollo tecnológico para la descarbonización y la resiliencia del clima en sectores clave de la economía, mediante actuaciones de ámbito nacional. El derribo de Dalia no parece estar en línea con ese objetivo. Pues muy mal comienzo.

Si éste es el primer paso ¿cómo podemos confiar en que los siguientes no seguirán por esta senda? Se empieza faltando al rigor cultural, pues ese edificio es cultura -aunque no sea una pintura de Joan Miró-y se derriba. No se comprende aquí y no se comprende en una Europa culta y respetuosa con el legado material y constructivo de su pasado reciente. Los antiguas instalaciones industriales levantadas tras la 2ª Guerra Mundial en los alrededores de París y Berlín, después de haber quedado sin actividad, están siendo reconvertidas en centros de arte y cultura con respeto absoluto al medio ambiente, sin apenas cambios en sus configuraciones interior y exterior, y aquí, en Gernika, diciéndose respetuosos, metemos la piqueta y las excavadores. La verdad, un comienzo descorazonador.

Un asunto que llama la atención es que se haya decidido demoler todo sin que exista un proyecto de arquitectura sustitutorio. ¿Cómo se sabe que nada de lo existente servirá? ¿no se podría plantear al profesional al que se le encargue el diseño de ese pabellón museístico que vea si le interesa o le conviene preservar algo que dialogue con lo nuevo que imagine? Pudiera suceder que ese arquitecto sea más sensible que algunas autoridades locales. No quiero pensar que ya hay en algún cajón un proyecto para este lugar y que alguien ha decidido que no, que no hay nada que valga la pena frente a la posibilidad de instalar aquí una fantasiosa folie de autor…

En 1956 se empezaron a mover las tierras en el solar de Nueva York donde el museo diseñado por F. Ll. Wright se inauguraría en octubre de 1959. También en 1956 el arquitecto L. Mª Gana recibió de unos empresarios el encargo de diseñar la nueva fábrica de Dalia en Gernika, la cual se construiría en 1957 e inauguraría en 1958. Así pues, a pesar de las enormes diferencias entre uno y otro, ambos edificios pertenecen a un mismo tiempo y descienden de la misma estirpe: el de Gernika es hijo directo de las enseñanzas funcionalistas de la Bauhaus y el de Nueva York también lo es tras haber evolucionado el pensamiento racionalista hacia el organicismo. Un poco de respeto del hermano mayor hacia el hermano pequeño, por favor.

16 comentarios sobre “Guggenheim Gernika Museoa: mal comienzo

  1. Un gran articulo de defensa. Me resulta increible que un politico cuando toma una decision lo haga sin contar con un experto o especialista. Al no hacerlo, vemos las barbaridades que se cometen.
    Eskerrik asko por ello,

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    1. Muchas gracias, Txato. A veces los políticos te ponen dificil que puedas defender o simplemente entender proyectos controvertidos como éste. Pienso que éste del Museo podría ser muy positivo para la zona, pero no veo que las maneras y declaraciones institucionales acompañen al sentido común… y esto hace que se dude del propio proyecto que ellos impulsan. Sí al museo, pero no de esta manera.

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      1. Defiendo el museo desde 2018 cuando publique un articulo con el slogan Guggenheim Gernika y ofreciendo Dalia. Sigo en ello. Espero se den cuenta del valor del edificio.

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      2. ¿Podrías poner aquí un enlace a ese artículo tuyo, Txato? No lo conozco y supongo que otros que leen este blog tampoco. Un saludo y continuemos nuestro empeño en el sí al museo -no de cualquier modo ni manera- y en el sí a Dalia.

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  2. No augura nada bueno. Si ya tenía dudas con el proyecto, este arranque confirma una falta de sensibilidad absoluta con el patrimonio, para empezar. Habrá que ver como continúa el asunto.
    Gracias Javier por este blog.

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  3. Yo voy directamente al fondo político del problema. Para proceder a redactar un proyecto de derribo y contratar su ejecución hay un proceso. Se ha otorgado una licencia por el Ayuntamiento de Gernika, sabiendo además que había elecciones que podían cambiar el signo político de gobierno. En Euskal Herria hay una sobresaturación de cargos políticos. Un consejero de Cultura , Bingen Zupiria si tuviese una pizca de sensibilidad, debería ser capaz de detener el proceso, pero la cultura no se adquiere por designación y su trayectoria es más que lamentable, temeraria. Basta ver como ha prevaricado, juntamente con otros cargos, en Diputación y Ayuntamiento en el ilegal proyecto del Museo de BBAA de Bilbao. Lo mismo puede decirse dela diputada de Cultura, Lorea Bilbao, una transeúnte por los lugares de festejos deportivos y artísticos para dotarse de una imagen que le resulta ficticia.
    El fondo es el mismo todos son de la misma ideología política
    El PNV debe pedir perdón pública y sinceramente por todo el daño causado la cultura del pueblo vasco que somos sus víctimas de este terrorismo cultural.

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    1. Hola Iñaki, no estoy de acuerdo con las acusaciones y descalificaciones personales. Tampoco estoy de acuerdo con que sea una ideología política concreta la causante de ciertas cuestiones que no te gustan -y que tampoco me agradan a mí-, pues mucho me temo que otra ideología diferente actuaría de manera muy parecida o igual. Pienso que el mal reside en una idea de crecimiento económico disparatado y sin fin que sólo es posible a costa del deterioro de las condiciones medioambientales y territoriales. Un crecimiento económico enloquecido e imposible de sostener que no quiere encontrar barreras de ningún tipo. No es ideología política, es avaricia y beneficios a cortísimo plazo.
      Otra cosa: en el futuro no voy a autorizar comentarios que incluyan graves acusaciones sin pruebas -este blog no es un taberna- y mucho menos que se utilice la palabra «terrorismo» con tanta ligereza, tanta como la que utilizan los partidos españoles de derecha y ultraderecha.

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    2. Hola Iñaki:

      ¿Quién te ha dado permiso a tí para coger una respuesta mía en este blog y llevarla a otro sitio, sacándola de contexto? No conoces mi articulo del año 2018 ni por qué lo hice. Mi intención al titularlo «Guggenheim Gernika» era fijar como lugar Gernika-Lumo y sacarlo de Murueta. Y lo hacía como conocedor (y también vendedor de Dalia a la Diputación) de todo lo que rodeaba a Dalia y con el deseo así manifestado de salvar Dalia, lo mismo que hice con el nº 1 de Talleres de Guernica Edificio de Bastida. Yo me dedico a tratar de salvar las cosas.

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    1. Gracias, Itziar. Supongo que esas vidrieras están aún en su lugar de Dalia, salvo que se hayan ido destruyendo por vandalismo o por el paso del tiempo. Espero que si, por desgracia, Dalia es derribada, la gente del Guggenheim tenga el detalle de desmontar las vidrieras para su preservación histórico-patrimonial. Resultaría chocante que se decidiera conservar las vidrieras por su valor artístico (un detalle decorativo menor, al fin y al cabo) y se derribara el edificio, que es la verdadera joya arquitectónica, un edificio más que notable sin el cual las vidrieras no hubiesen existido nunca.

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    2. Las vidrieras de la Sala de Consejo fueron dañadas a finales de los años 90 por un pikete en una huelga. En 2010 al ser trasladadas las instalaciones de Dalia a su nuevo lugar en Txaporta, me puse en contacto con Patrimonio de Diputacion y les informe de la existencia de otras vidrieras, ademas de las de la sala Consejo, y la funcionaria me respondio que no tenian interes. A raiz de esa respuesta, ordene yo que fueran desmontadas, menos las de la sala de Consejo, y trasladadas a las nuevas instalaciones. Alli quedaron las de la Sala de Consejo a mi pesar, pues la direccion de la nueva empresa no las deseaba. Por si acaso saque fotografias. Años despues en 2021 un alto cargo, mujer, de Diputacion se puso de nuevo en contacto comigo me pidio datos, fotografias, etc., con la intencion de desmontar y recoger los restos que habia en las instalaciones. Mas no puedo informar.

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      1. Muchas gracias, Txato, por la información. Me sirve para decir que en el pabellón social (capilla, economato, comedor, enfermería y taller de coches) de VALCA, construido en 1957 existen unas vidrieras semejantes en la capilla, realizadas también por Vidrieras de Arte, de Bilbao, y que milagrosamente, 30 años desde el cierre y abandono de la fábrica se mantienen casi intactas. Nunca pude averiguar el nombre del arquitecto de este edificio, pero ahora empiezo a suponer que fue Gana, el mismo que el de Dalia. Creo que en un post que escribí aquí hace años sobre VALCA incluí las imágenes de estas vidrieras.

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