Obispado de Bilbao, ¿socio fiable para Mutualia?

Javier González de Durana

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El obispo Mario Iceta en Urkiola. Foto de Maia Salgueiro (El Correo).

Ayer domingo la prensa ofreció una imagen para la reflexión: la del obispo de Bilbao, Mario Iceta, durante una ceremonia religiosa celebrada en el santuario de Urkiola, rodeado de feligreses, estos últimos todos con mascarilla mientras él, vestido para oficiar, muestra el rostro despejado y afable. ¿Cree el sr. obispo que su dios le protege del covid-19 desde las alturas celestiales? Y caso de que lo crea, ¿por qué nos pone a los demás en peligro en el supuesto de que él sea un infectado asintomático?, ¿acaso piensa que sólo tiene que responder de sus actos antes la autoridad divina y no ante la ciudadanía y la autoridad sanitaria? Su sonriente irresponsabilidad en un acto público, durante el que todos los demás cumplían con la obligación de protegerse y protegernos, pone de manifiesto que él se sitúa por encima del bien y del mal, al margen de la obligación colectiva. La pandemia no entiende de jerarquías. Dada su conducta, ¿resulta un hombre de fiar, una persona con quien se podría contraer compromisos sin temor a que no cumpla con las obligaciones derivadas de ellos? No lo parece. Sus antecedentes judiciales (affair CajaSur) apuntan a que no es alguien con quien uno pueda llegar a sentirse seguro. El presentarse sin mascarilla en público, sin nada que ocultar en apariencia -parece pensar Iceta-, a cualquiera disuadiría de sospechar que, en paralelo, mantiene enmascarados planes cuyos opacos procesos han recorrido oscuros pasillos.

Este documento visual, acompañado por otras noticias, como la pronta marcha de Iceta a Sevilla y la ascensión al cielo episcopal de su adjunto, Joseba Segura, nos llega tras unos meses durante los que todo parecía estar sujeto al quietismo del confinamiento, pero que en los despachos de la curia local no ha sido así. Sin terminar el estado de alarma, otra alarma de distinta naturaleza asalta a los vecinos de Abandoibarra que se oponen a la construcción de un enorme edificio (garajes, clínica y oficinas diocesanas) en la parcela, ahora libre, que fuera patio de recreo del colegio de las Carmelitas de Barraincúa, posteriormente Escuela de Magisterio-BAM del obispado bilbaíno.

La alarma se ha presentado con el aspecto de unos operarios que desde hace tres/cuatro días observan con sospechoso detenimiento la magnífica altura de las dos palmeras centenarias en dicho patio de recreo. Indudablemente, caso de que la operación inmobiliaria fuera adelante, la primera acción sería la de retirar ambas palmeras, privando de hogar a los centenares de pájaros que viven en ellas.

No obstante, la situación de lo que hace meses calificamos como «operación Obispado-Murias-Mutualia» ha cambiado notablemente a la luz de acontecimientos recientes. Uno de ellos, no poco significativo, ha sido la absorción de Construcciones Murias -que estuvo a punto de entrar en concurso de acreedores- por el Grupo Urbas, una empresa que hace tres años fue judicialmente acusada de estafa, delito contra el mercado y administración desleal por la ampliación de capital presuntamente fraudulenta, lo que le supuso ser retirada -por orden del juez- de su cotización en Bolsa. «La integración de Construcciones Murias en Urbas supondrá un fuerte impulso a los ingresos de Urbas y servirá para potenciar su plan de negocio, diversificar su actividad y facilitar la entrada en nuevos mercados«, afirmó la compañía que, a partir de ahora, desarrollará también la cartera de propiedades solares que Murias, convertida ahora en su filial, tiene en el País Vasco. De ello se deduce que, aunque todavía no se ha pronunciado, Urbas seguiría adelante con la operación del obispado bilbaíno. Así pues, tras perder Murias suelo empresarial y caer en manos de otra empresa, la pregunta sería ésta: ¿Urbas sostiene el compromiso -con todas sus condiciones- adquirido en su día por Murias con el obispado?

Pero lo peor viene, de nuevo, de la beatífica mano episcopal. Hace un año, cuando se presentó la «operación a tres», el obispado afirmó que existía un sólido acuerdo con Murias y Mutualia para llevar adelante su propósito inmobiliario. No parece ser cierto. Recientemente, se ha sabido por confiables fuentes internas de la aseguradora médica que Mutualia sólo tiene un acuerdo verbal con el obispado, nada firmado, y que la ubicación de su futura clínica -la que sustituiría la que ahora posee en la calle Ercilla- le resulta indiferente, pudiendo ser la que el obispado propone o cualquier otra que estratégicamente y de cara a sus actividades les sea funcionalmente adecuada. Es decir, pueden optar por instalarse en otra ubicación urbana si ven inseguridades, las cuales aumentan día a día.

Por otra parte, para participar en la «operación a tres» Mutualia necesita previamente vender su edificio en la calle Ercilla para financiar la nueva clínica. Su ubicación en el Ensanche bilbaíno es excelente para viviendas, pero ello exigiría una recalificación del suelo que ocupa. Es un gran problema que tendría que resolver su hipotético comprador. De hecho, tras varios meses en oferta todavía no ha aparecido comprador alguno. Podría haber promesas del ayuntamiento de que se procedería a la recalificación, ya que el alcalde Aburto es el principal valedor del obispado en este negocio, pero sería un gran riesgo. Después de la infausta recalificación de la parcela de la Escuela de Magisterio-BAM, una nueva rectificación en Ercilla para terminar de redondear la operación sería demasiado «urbanismo a la carta». Resultaría complicado y pondría en evidencia lo que mucha gente del barrio se teme: ésta es una operación articulada entre un obispo (vía su asesor aúlico) que se va a ir y un alcalde que no necesita resbalones inmobiliarios en el centro de la ciudad, pero quiere ayudar a sus amigos.

La pandemia del covid-19 ha añadido incertidumbres y riesgos nuevos. Existe una exigencia ciudadana de paralización y revisión del Plan General de Ordenación Urbana -cuya aprobación estaba prevista para este mismo año- de cara a adecuar el futuro de la ciudad a la luz de lo que la pandemia nos ha enseñado y que, lógicamente, no estuvo en la mente de los urbanistas redactores del PGOU.

En tales circunstancias, ¿es el obispado de Bilbao un socio fiable para Mutualia?

El obispado dice que la elección de este solar para su «operación cultural» (aquella que iba a ser en principio) no fue suya, pues es sabido que son los consejos diocesanos quienes deciden los asuntos administrativos importantes. A ellos se ofreció cuatro ubicaciones diferentes en Bilbao de entre las múltiples propiedades urbanas que posee la Iglesia, siendo elegida la de la calle Barraincúa. Sin embargo, para cuando se planteó a los consejos diocesanos la elección de un solar el obispado ya llevaba tiempo tratando de acabar con esta parcela mediante otro objetivo: pisos de lujo. ¿Cuáles fueron las otras tres ubicaciones, las no-preferidas, frente a la deseada/elegida? Dicen ser sólo gestores del patrimonio eclesiástico en Bizkaia, no sus dueños, pero actúan como brokers.

Paralelamente la Asociación Vecinal por un Abando Habitable y Saludable y el AMPA del Colegio Cervantes, principales perjudicados de esta operación si se llevara a cabo, están preparándose para la lucha previsible que se acerca. Ya han publicado un libro, montado exposiciones, compuesto una canción, sacado fotografías, poblado los balcones con pancartas…, y el próximo jueves día 18 a las 18:30 se concentrarán, con todas las precauciones sanitarias, en el lugar donde se pretende cometer el atropello. La participación es libre y se invita a todos quienes crean que Bilbao, con pequeñas luchas  vecinales con ésta, puede ser, de verdad, una ciudad mejor.

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4 comentarios sobre “Obispado de Bilbao, ¿socio fiable para Mutualia?

  1. El exito de todas tus acciones debe pasar por la transparencia. Dicho esto, luces y sombras en el proyecto. Se nos ha convencido sobre la legalidad urbanistica que la ampara. Pero estoy cada vez más convencido de lo contrario. Para mi huele a pelotazo inmobiliario. Y después de lo leído todavía más. Aunque no tengo una idea clara y contrastada sobre ello. Me gustaria que aclarasen a muchos de sus votantes por lo que estan ahí para que no haya dudas sobre el asunto.

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