/ Javier González de Durana /

Gracias a la amistosa amabilidad de la Librería Astarloa, de Bilbao, he podido conocer recientemente el álbum de dibujos realizados por un arquitecto nacido en Bilbao del que no había oído hablar con anterioridad. Sin embargo, los dibujos que contiene demuestran que fue un profesional con obra abundante y variada (al menos como proyectos), delicada mano para el dibujo y curiosidad por la arquitectura no sólo de su país y época, sino también por la de otros ámbitos y siglos.
Su nombre aparece en la portada del volumen, Máximo de Robles. Las colecciones de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (RABASF), institución en la que estudió entre 1845 y 1850, conservan cuatro dibujos suyos. La ficha descriptiva que acompaña a estos dibujos, entre otros aspectos, dice así:
“Hijo de Pedro Robles y Alejandra Mendívil, nació en Bilbao (Vizcaya) hacia 1823. Entre el 18 de octubre de 1839 y el 30 de junio de 1842 cursó y aprobó en su ciudad natal las enseñanzas de Matemáticas, pasando más tarde a Burdeos a fin de aplicarse en el estudio de la arquitectura hasta 1843. Desde esta fecha hasta 1845 continuó sus estudios en Madrid bajo la dirección del arquitecto y profesor Juan Bautista Peyronnet, con quien aprendió Descriptiva con aplicación a las sombras y perspectivas, Cálculo diferencial e integral, Dibujo lineal y Arquitectura. Al mismo tiempo se matriculó en el Real Conservatorio de Artes, centro en el que cursó Física y Mecánica con sus aplicaciones.
El 27 de septiembre de 1845 solicitó su ingreso en el 3º año en la Escuela Especial de Arquitectura de Madrid y poder simultanearlo con el 2º curso a fin de adquirir los conocimientos de los cortes de las piedras y maderas, único estudio que le quedaba para poder ser admitido ese año. Para este objeto presentó la fe de bautismo, las certificaciones del 1º, 2º y 3º año de Matemáticas aprobados, las certificaciones de Física Experimental, Cálculo Diferencial e Integral, Geometría Descriptiva y Mecánica, además de los certificados de los estudios de Paisaje y Adorno. En vista de estos antecedentes fue matriculado en el 3º año de carrera el 13 de noviembre de 1845”.
Es curiosa la mención a la fe de bautismo porque, queriendo encontrarla en los registros parroquiales de Bilbao, no he conseguido dar con ella, aunque sí la de una hermana, Gertrudis Nicolasa Robles Mendivil, nacida en 1828 y bautizada en la parroquial del Señor Santiago, como hija de Robles Cadiñanos, Pedro Fernández (puesto este Fernández como parte del nombre, no del apellido) y Mendivil Grao, Alejandra. Otras dos hermanas, Ramona Gila y María de la Merced, nacidas en 1831 y 1834, también aparecen registradas, pero con el primer apellido paterno completo: Fernández de Robles. No me explico el diferente trato dado al primer apellido entre las tres hermanas ni el hecho de no encontrar la partida bautismal de Máximo.

Cuartel de Infantería fortificado.
Regreso al álbum. Contiene cientos de minuciosos dibujos a lápiz, tinta china, aguadas… que describen desde edificios monumentales y grandiosos, como universidades y mercados, con descripción de alzados, plantas y secciones, hasta detalles de enrejados, mosaicos y capiteles. El material es abundantísimo y rico en múltiples asuntos. Su formación académica en el neoclasicismo tardío derivó después hacia el pintoresquismo de corte romántico.
La ficha de la RABASF indica que un profesor de la Escuela de Arquitectura organizó en la primavera de 1849 una excursión a Toledo en compañía de un grupo de treinta alumnos para estudiar y dibujar sus monumentos, siendo Máximo de Robles uno de ellos. Permanecieron en la capital castellano-manchega casi tres semanas con un intenso horario de trabajo y antes de volver a Madrid expusieron sus trabajos. Sobre el contenido de aquella exposición se dice que:
“Entre las obras figuraban detalles y fragmentos de la Casa de Mesa; los azulejos y bóvedas de la Capilla de San Jerónimo en la Concepción Franciscana; y de la Casa de Misericordia en San Pedro Mártir; la planta, el corte longitudinal, los detalles de los arcos y los capiteles de Santa María la Blanca como de San Juan de los Reyes. Asimismo, vaciados de varios sepulcros, pilastras, arcos, arquivoltas, fajas y frisos de la catedral”.
En este álbum existen muchos dibujos de los realizados en Toledo con esa fecha de 1849, pero no sólo los hay de esta ciudad, pues también abundan los realizados en otras fechas en Madrid y alrededores, París con un detenido estudio de la Place de Lafayette y los edificios circundantes, Palermo y otras ciudades, incluso dibujó varias tipologías de pirámides aztecas, aunque no consta que viajase a México.
En 1855 fue nombrado profesor de la cátedra de Construcción en la Escuela de Arquitectura, motivo del que cabe deducir que en los años siguientes se dedicó más a la docencia que a elaborar proyectos de construcción, lo que explicaría que no se conozcan obras diseñadas por él. Habría que investigar en el archivo de Expedientes de Construcción del Ayuntamiento de Madrid para corroborarlo, pero sería raro que, aún dando preferencia a la enseñanza, no realizase algunos de los muy definidos proyectos que el álbum contiene.
Respecto a Bizkaia, el álbum contiene dos dibujos interesantes; quizás haya algunos más aunque habría que revisar todos uno a uno. El primero es una “Pequeña casita para bañistas proyectada para construirla en Santurce cerca del mar. En Campo Grande por ejemplo”, incluyendo alzados delantero y trasero, más descripción de las dos plantas, firmado en 1849, o sea, siendo aún estudiante. Campo Grande era el nombre del lugar conocido hoy como Peñota, entre Portugalete y Santurce, donde existió una antigua batería costera y, posteriormente hasta hace poco tiempo, el chalet de Amesti. Este proyecto, del que se desconoce si llegó a construirse, sería el primer testimonio del desarrollo residencial, balneario y turístico que durante la segunda mitad del XIX se produjo en la zona, si prescindimos de la Vista de Portugalete pintada por Luis Paret a finales del XVIII, pues en ella ya se comprueba que el lugar atraía a gente elegante para su solaz. El segundo dibujo es el de la planta baja del edificio situado en la esquina de las calles Correo y Arenal, firmado en 1860, ocupando el mismo solar con la forma que hasta la actualidad tiene.
Un arquitecto prolífico y absolutamente interesante.

Casa de Baños para Santurce, alzados delantero y trasero.

Casa de Baños para Santurce, planta baja.

Casa de Baños para Santurce, planta superior.

Place de Lafayette, estudios de la plaza y plantas bajas de edificios circundantes.